Reflexión I - En la noche de Pascua el pueblo creyente celebra las maravillas de Dios en la historia de la Salvación
POR EL CAMINO DE EMAÚS
REFLEXIÓN I : EN LA NOCHE DE PASCUA EL PUEBLO CREYENTE CELEBRA LAS MARAVILLAS DE DIOS EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN.
´´ Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva.´´ 1 Pedro 1, 3
´´ Al ver esto, caí a su pies, como muerto, pero él, tocándome con su mano derecha, me dijo:´´ No temas: yo soy el Primero y el Último, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre...´´ Apoc 1, 17 - 18
Jesucristo es el que estuvo muerto y volvió a la vida. Las apariciones a sus discípulo significan que está siempre presente aunque no lo veamos su presencia es permanente.
Los discípulos de Emaús lo encontraron en la palabra y en la fracción del pan. Lc 24, 32. Nosotros por la fe, podemos reconocer su poder y señorío. Vivir para Dios es vivir para Cristo.
´´Porque sí confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y cree en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.´´ Rom 10, 9
´´ Que el Dios de la paz, el mismo que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por la sangre de una Alianza eterna, los capacite para cumplir su voluntad, practicando toda la clase de bien. Que El hago en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por Jesucristo, a quien sea la gloria, por los siglos de los siglos .Amén.´´ Heb 13, 20
Jesús le dijo: ´´ Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá : y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.´´ Jn 11, 25
Jesucristo está donde la persona se pone en diálogo con Dios cuando en medio de los inconvenientes escucha a Dios y acepta lo que El le dice, cuando cumple su palabra; Cristo está en medio de los que se reunen en su nombre, en la alegría, en la paz, en amor al prójimo.
ORACIÓN:
Gloria a Dios Padre, a su Hijo que ha resucitado de los muertos, y al Santo Espíritu por los siglos de los siglos. Amén.